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La clave de esta receta de lomo con champiñones pasa por saber elegir y cocinar la carne para que quede lo más jugosa posible.
la clave de esta receta de lomo con champiñones pasa por saber elegir y cocinar la carne para que quede lo más jugosa posible. a continuación te desvelamos algunos truquillos que mejorarán sustancialmente el resultado de tu plato:
en primer lugar debes elegir en la carnicería el mejor corte de lomo. y este no es el más bonito a la vista, sino el que tiene una capa de grasa que atraviesa el filete, ya que esta grasa protege la carne del calor y nos permitirá cocerla más lentamente. además, debemos evitar un corte demasiado fino del filete, ya que se secará antes y probablemente nos quede tieso como la suela de un zapato. por tanto, lo ideal es pedirle al carnicero/a que nos corte los filetes con cierto grosor.
el siguiente truco consiste en atemperar los filetes antes de cocinarlos. sacándolos de la nevera media hora antes será suficiente. así conseguiremos que el contraste de temperaturas disminuya y la cocción sea más suave, lo que evitará que los jugos salgan al exterior y el filete quede seco.
legamos ahora al paso definitivo: la cocción de la carne. te recomendamos no freír la carne con aceite en exceso. de hecho, ni siquiera te recomendamos que añadas aceite a la sartén. una plancha o parrilla seca será el medio ideal para hacer los lomos. eso sí, impregna la carne con un poquito de aceite de oliva virgen extra dándole un pequeño masaje con los dedos y deja que la carne asimile el aceite durante unos minutos.
cocina la carne a fuego fuerte al principio por las dos caras y después a baja el fuego a suave para que el interior se caliente sin que los jugos del lomo salgan y deshidraten la pieza. en general, la carne debería estar en su punto en menos de dos minutos. pasado este tiempo corremos el riesgo de arruinar la carne (debemos tener en cuenta que el calor residual de la carne una vez apagado el fuego seguirá cociendo el filete). por este motivo, te aconsejamos apagar el fuego un pelín antes de llegar al punto deseado.

Para escaldar los tomates y quitarles bien la piel, ponemos agua a hervir y con una puntilla le damos dos cortes como una cruz al tomate.
cuando el agua esté hirviendo, añadimos los tomates unos segundos y retiramos rápidamente. la piel se habrá levantado un poco. tiramos de ella y la retiramos sin problemas.
uno de los mayores problemas cuando preparamos un plato de pasta es que se nos quede pegada entre sí o a la olla. para evitar que esto te pase, añade un poco de aceite antes de poner la pasta en la olla e incluso otro poquito después de escurrirlos, tras lo cual deberás removerlos sutilmente. ¡ah! y no pongas la pasta recién cocida debajo del grifo. el agua le quitará toda la textura a los espaguetis.

Para que las recetas de albóndigas queden tiernas y jugosas, lo ideal es que la carne sea mitad de cerdo, mitad de ternera.
para que las recetas de albóndigas queden tiernas y jugosas, lo ideal es que la carne sea mitad de cerdo, mitad de ternera. si compras la carne en la carnicería les puedes pedir que te hagan la mezcla. incluso en los supermercados ya venden bandejas de carne mixta.
también te recomendamos que evites picar demasiado la carne. con una sola vez ya es suficiente, pues, cuanto más triturada esté, más se compactará y más dura saldrá la bolita.
a la hora de hacer formar las bolitas con las manos, te recomendamos que te las humedezcas con agua cada 5 o 6 albóndigas. así evitarás que la carne se te quede pegada a las manos y la textura de la albóndigas quede lisa y perfecta.
aunque en esta ocasión nosotros hemos prescindido de la harina (la salsa queda más ligera y digerible), si lo prefieres puedes añadir media cucharada sopera de harina durante la cocción de las verduras. de esta forma conseguirás una salsa más espesa y ligada.
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