Cuando vayas al mercado o supermercado, elige berenjenas que tengan la piel brillante y firme, sin manchas ni magulladuras. Además, asegúrate de que tengan un peso considerable en relación con su tamaño, lo que indica que están llenas de jugos y tienen una textura carnosa.
Otro punto importante es el tiempo de remojo de las berenjenas con sal antes de cocinarlas. Si bien es cierto que este paso ayuda a eliminar el exceso de amargor de las berenjenas, no es necesario dejarlas reposar durante mucho tiempo. Media hora es suficiente para que suelten el agua y se vuelvan más tiernas al cocinarlas. Pasar demasiado tiempo en la sal puede hacer que las berenjenas absorban demasiada salinidad, lo que afectaría el equilibrio de sabores del plato final.
Además, al asar las berenjenas, es importante no sobrecargar la plancha o sartén. Coloca las rodajas de berenjena en una sola capa para que se cocinen de manera uniforme y se doren adecuadamente por ambos lados. Cocinarlas en lotes pequeños si es necesario.
¿Te gustan las recetas a la plancha o al horno? ¡Te recomendamos poner en práctica estos trucos y elaborar unas deliciosas berenjenas rellenas al horno!
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