Para comprobar si tus solomillos wellington están en su punto usa una cuchara de madera o tus dedos.

Los solomillos, cuando están al punto, tienen una cobertura un poco rígida pero su interior es bastante elástico. 

Aunque en esta receta hemos hecho el solomillo entero, hay quienes prefieren el solomillo Wellington individual, es decir, que utilizan esta carne en tajadas y la montan con los demás ingredientes sobre una capa de hojaldre del tipo que se emplea para hacer empanadillas para luego cubrirlas con otra capa. 

En el caso de la receta que te presentamos, utilizamos jamón serrano para envolver la carne, pero hay quienes prefieren hacer solomillo Wellington con bacón o, si quieres impresionar más, también puedes optar por un solomillo Wellington con foie. Porque por más que, indudablemente, exista o haya existido una receta original para el  solomillo Wellington, se trata de un plato que nos ofrece cierta versatilidad, con la que podemos conseguir una versión más económica, por ejemplo haciendo un solomillo Wellington de cerdo, o también con solomillo de vaca o de buey ¡y lo mejor es que siempre nos quedará exquisito! 

Por último, puedes aprovechar el horno y asar unos pimientos o patatas para servir de guarnición si lo prefieres. Además, si quieres más opciones para complementar el plato, cualquier otra salsa con un toque dulce se adapta muy bien. 

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