Aunque puedes comprar el pollo ya cortado a octavos, si quieres también puedes limpiarlo y trocearlo en casa, es más fácil de lo que crees. Lo primero que tienes que hacer es sacarle las plumas que puedan quedar en el cuerpo. Después pon el ave con la pechuga hacia arriba y con la punta del cuchillo sigue la forma de los muslos para separarlos. En cuanto a las pechugas, corta primero las alas y después la carne de las pechugas verticalmente por el esternón y separa las dos piezas. ¡Ya está listo para cocinar!
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