Primero, siempre compra mejillones frescos y consúmelos el mismo día para obtener el mejor sabor. Si no puedes cocinarlos inmediatamente, mantenlos en la parte más fría de tu frigorífico, cubiertos con un paño húmedo.
Tiempo de cocción: No cocines los mejillones por más de 7 minutos, ya que pueden volverse duros y gomosos. Es mejor retirar los mejillones tan pronto como se abran y desechar aquellos que no se abren durante la cocción.
Variación de sabores: Puedes experimentar añadiendo hierbas como tomillo o laurel, o incluso un toque de guindilla para darles un poco de picante. Esto añadirá una nueva dimensión de sabor a tus mejillones cocidos.
Salsas y acompañamientos: Sirve los mejillones cocidos con un poco de pan crujiente para mojar en el jugo de cocción, o acompaña con una ensalada fresca. Para más ideas, consulta nuestras recetas con mejillones.
Siguiendo estos pasos y consejos, podrás disfrutar de unos mejillones cocidos a la perfección, llenos de sabor y jugosidad, ideales para cualquier ocasión en familia.
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