Chasca las patatas en lugar de cortarlas en cortes rectos y limpios para conseguir un guiso más espeso sin necesidad de añadir otros ingredientes.

Cuando chascamos las patatas, conseguimos que suelten su almidón natural en la salsa que estamos cocinando, creando más densidad.

Para chascar las patatas, córtalas a mano alzada con un cuchillo de puntilla, hacia el final de cada corte, en lugar de acabarlo de forma limpia, arranca cada trocito para crear aristas.
 

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