Aprovecha el pan que se ha quedado seco convirtiéndolo en pan rallado. Para ello, utiliza un rallador más o menos grueso, un molinillo de café o simplemente cháfalo envuelto en un paño para obtener una textura granulosa.
Añade este artículo a tus favoritos
Y tenla a mano siempre que quieras
El truco ha sido copiado
Encuentra la receta que buscas
Te sugerimos...
No encontramos resultados para tu búsqueda.
Verifica la ortografía o prueba con una palabra diferente.
Filtrar
Tiempo
Nivel