La tarta de queso con gelatina es una opción deliciosa y fácil de preparar que encantará a todos en casa. Este postre no solo es perfecto para disfrutar en una reunión familiar o con amigos, sino que también se adapta a diversas ocasiones, pudiendo servir como un refrescante acompañamiento después de una comida o como un atractivo plato principal en una celebración. Su versatilidad en la cocina la convierte en una elección ideal para quienes buscan sorprender con un postre que combina sabor y presentación.

Originaria de la tradición de postres lácteos, la tarta de queso ha evolucionado a lo largo de los años, conquistando paladares alrededor del mundo. La incorporación de gelatina no solo añade un extra de suavidad y frescura, sino que también le otorga esa textura irresistible que la hace tan popular en fiestas y celebraciones. Con su fácil preparación y la posibilidad de personalizarla con diversas frutas y coberturas, este postre se convierte en una delicia que merece un puesto destacado en nuestra mesa.

Información nutricional(por ración)

Energía

290 kcal

Hidratos

38 g

Grasas

2 g

Fibra

6 g

Proteínas

12 g

¿Cuántos comensales?
4
Queso fresco
Queso fresco
500 gramos
Leche
Leche
1 vaso pequeño
Gelatina neutra
Gelatina neutra
2 sobres
Azúcar blanco
Azúcar blanco
6 cucharadas soperas al gusto
Gelatina de fresa
Gelatina de fresa
1 sobre
Margarina
Margarina
al gusto
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Paso 1 de 5

Preparar la gelatina neutra en la leche

Comienza este delicioso proceso de la tarta de queso con gelatina calentando un vaso de leche en una cacerola a fuego medio. Es importante que la leche esté caliente pero no hirviendo, ya que esto asegurará una correcta disolución de la gelatina neutra. Agrega los dos sobres de gelatina neutra en la leche caliente y revuelve bien hasta que se disuelva por completo. Este paso es fundamental porque la gelatina será la clave para que tu tarta tenga una textura cremosa y firme. La mezcla dependerá de esta preparación, así que asegúrate de que no queden grumos antes de continuar.

Paso 2 de 5

Mezclar ingredientes para la crema

Ahora, pasa a un bol grande y añade el queso fresco cortado en trozos, la nata, el zumo de un limón y el azúcar al gusto. Luego, incorpora la leche con la gelatina neutra que preparaste en el paso anterior. Usando una batidora, mezcla todo a baja potencia al principio y luego aumenta la velocidad hasta que obtengas una crema homogénea y suave. Este es el momento en el que los sabores se combinan y se transforma en la base de tu tarta de queso con gelatina. Asegúrate de que no queden grumos de queso en la mezcla para lograr una textura sedosa.

Paso 3 de 5

Refrigerar para la gelificación

Con la mezcla lista, es hora de verterla sobre un molde desmoldable que contenga una base de galletas trituradas. Puedes optar por galletas tipo digestive o incluso un bizcocho, dependiendo de tu preferencia. Una vez que esté todo bien distribuido en el molde, lleva la tarta de queso con gelatina al frigorífico y déjala enfriar durante al menos unas cuatro horas. Este tiempo es esencial para que la gelatina adquiera la consistencia adecuada y la tarta adquiera su forma. No intentes acelerar este proceso, ya que una refrigeración adecuada es crucial para el resultado final.

Paso 4 de 5

Decorar la tarta

Tras el tiempo de refrigeración, la tarta estará lista para ser decorada y finalizada. Una opción deliciosa es untar la parte superior con mermelada de tu elección. Si prefieres algo más especial, puedes hacer una gelatina de fresa, disolviendo el sobre de gelatina en agua caliente siguiendo las instrucciones del paquete. Vierte esta gelatina de fresa sobre la tarta de queso con gelatina para lograr un acabado sorprendente y fresco. Después, vuelve a colocarla en el frigorífico y espera un par de horas para que la cubierta se asiente.

Paso 5 de 5

Desmoldar y servir

Finalmente, llega el momento más emocionante. Después de un mínimo de dos horas de refrigeración tras decorar, retira la tarta de queso con gelatina del frigorífico. Con cuidado, desmolda la tarta y observa el espléndido resultado. Ahora, puedes servirla en porciones y disfrutar de este postre irresistible. La mezcla de sabores y la textura suave serán un deleite para todos. Una vez en la mesa, ¡buen provecho! Disfrutar de esta tarta de queso con gelatina será un verdadero placer para tus amigos y familiares.

La tarta de queso con gelatina es una delicia que no solo encantará a tu paladar, sino que también te sorprenderá por su facilidad de preparación. Con una textura suave y cremosa, esta receta se convierte en un postre ideal para cualquier ocasión, ya sea una celebración especial o simplemente un capricho dulce para disfrutar en casa. Además, puedes ajustar los ingredientes a tu gusto, incorporando fruta fresca, chocolate o cualquier otro elemento que despierte tu creatividad en la cocina.

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