Sopa de tapioca

Comienza calentando tu caldo casero de carne en una olla grande, asegurándote de que esté a una temperatura adecuada, pero sin que llegue a hervir. Una vez caliente, incorpora lentamente la tapioca, este ingrediente es fundamental en la receta de sopa de tapioca, ya que le dará esa textura característica y deliciosa. Revuelve constantemente para evitar que se pegue en el fondo de la olla. A medida que la tapioca se cocina, podrás notar cómo se vuelve transparente, lo que es una señal de que está lista. Para lograr un sabor más rico, añade la mantequilla, permitiendo que se derrita completamente y se mezcle con el caldo. Este paso es crucial, ya que la mantequilla aportará un sabor cremoso que realza la experiencia de disfrutar de esta sopa. Mantén a fuego bajo durante unos minutos hasta que la tapioca esté completamente cocida. No olvides revisar la sazón, ajustando según tu preferencia, ya que la calidad de los ingredientes es clave en todas las tapioca recetas.

Una vez que la tapioca esté completamente cocida y la mezcla tenga una buena consistencia, es el momento de añadir las yemas de huevo. Para hacerlo, primero bate las yemas en un bowl pequeño y luego, con cuidado, vierte un poco del caldo caliente en el bowl mientras sigues batiendo para temperar las yemas. Esto evitará que se cocinen de forma brusca al incorporarlas en la olla. Después, añade esta mezcla al caldo con la tapioca, removiendo constantemente para que se integre bien y le brinde un color y textura cremosa. Finalmente, sirve la sopa caliente en tazones individuales y coloca trocitos de pan frito por encima para agregar un toque crujiente que contrasta maravillosamente con la suavidad de la sopa de tapioca. Esta combinación hará que cada cucharada sea realmente hermosa y satisfactoria. Disfruta de este plato reconfortante en cualquier ocasión, pues siempre será un éxito entre quienes lo prueben.