Pimientos asados y aliñados

Para preparar unos deliciosos pimientos asados aliñados, comenzaremos por asar los pimientos. Precalienta el horno a una temperatura alta. Lava los pimientos y colócalos en una bandeja para hornear, asegurándote de que estén bien distribuidos. Asa los pimientos durante unos 30-40 minutos, o hasta que la piel esté bien dorada y empiece a burbujear. Una vez asados, retíralos del horno y colócalos en un recipiente cerrado o envuélvelos en papel de aluminio; esto ayudará a que la piel se desprenda más fácilmente. Ten cuidado al manipular los pimientos, ya que estarán muy calientes. Cuando estén listos, pélalos, quítales las semillas y córtalos en tiras. Estos pimientos asados son perfectos para comenzar la receta.

Una vez que los pimientos estén en tiras y ligeramente fríos, es momento de darles un buen aliño. Corta una cebolla en cuartos y deslamina las piezas, añadiéndolas junto a los pimientos asados ya preparados en un bol grande. Luego, abre las latas de atún y, junto con su aceite, agrégalas a la mezcla. Es crucial que los ingredientes se integren bien, así que añade sal al gusto, un buen chorro de vinagre de manzana y un generoso chorrito de aceite de oliva virgen extra. Remueve todo con suavidad para conseguir que los pimientos asados aliñados absorban todos los sabores. Una vez que estén bien mezclados, lleva el bol al frigorífico para que se enfríen y los sabores se intensifiquen.

Estos pimientos asados aliñados son versátiles y se pueden disfrutar de muchas maneras. Puedes considerar añadir tomate troceado o huevo duro para enriquecer el plato, y en lugar de atún, puedes optar por melva como alternativa. Si quieres llevarlo al siguiente nivel, prueba rellenar la mitad de un croissant con esta mezcla; la combinación de sabores agridulces es realmente espectacular. Además, estos pimientos son un excelente acompañamiento para frituras o como parte de una tapa. Recuerda que, aunque es fácil encontrar pimientos asados envasados en tiendas, el sabor casero no tiene comparación. ¡Pruébalos!

Para servir tus pimientos asados aliñados, retíralos del frigorífico y colócalos en un plato atractivo. Puedes decorar con algunas hojas de perejil fresco o rodajas de limón para darle un toque de frescura. Puedes servirlos a temperatura ambiente o fríos, dependiendo de tu preferencia. Estos pimientos no solo son un acompañamiento delicioso, sino que también funcionan como un excelente aperitivo cuando se reciben visitas. Disfruta de la mezcla de sabores y de los elogios que seguro recibirás por esta receta sencilla, pero llena de sabor. ¡Buen provecho!