Ossobuco estofado al vino tinto

Comienza pelando y picando finamente la cebolla, la zanahoria, el puerro y los dos dientes de ajo. En una sartén grande o cazuela, añade aceite de oliva extra virgen y caliéntalo a fuego suave. Una vez caliente, incorpora las verduras picadas y sofríe suavemente, removiendo ocasionalmente, para que se ablanden y suelten sus sabores. Este sofrito será la base aromática de tu receta de osobuco estofado, así que tómate tu tiempo para lograr una cocción uniforme y deliciosa.

Cuando las verduras ya estén bien pochadas y acercándose a un estado dorado, es momento de quitar el exceso de aceite. Agrega el tomate triturado a la mezcla de verduras y cocina durante un minuto más, permitiendo que los sabores se integren. Este paso es crucial, ya que el tomate aportará acidez y frescura a tu osobuco estofado, equilibrando los sabores de la carne que se añadirán posteriormente.

Ahora es el turno del protagonista de la receta de osobuco estofado: los cortes de carne. Agrega los ossobucos a la sartén junto con un buen vino tinto de calidad. Es esencial que dejes que el vino se evapore un poco, eliminando el alcohol y permitiendo que su esencia se mantenga. Posteriormente, cubre la carne con el Caldo de Pollo Gallina Blanca, el cual le brindará una riqueza de sabor necesaria para un estofado jugoso y sabroso.

Incorpora un rollito de hierbas aromáticas y las bolitas de pimienta negra en grano. Añade sal al gusto y deja que la mezcla hierva a fuego lento durante aproximadamente dos horas. Durante este tiempo, asegúrate de vigilar la cocción, removiendo de vez en cuando y añadiendo más caldo caliente si observas que se está secando. El objetivo aquí es que la carne se vuelva tierna y se despegue del hueso, logrando la textura perfecta que caracteriza al ossobuco estofado.

Mientras la carne se cocina, aprovecha para limpiar los champiñones y saltéalos en un poco de aceite de oliva caliente. Sazona con sal y pimienta, y déjalos dorar ligeramente. Los champiñones aportarán un sabor terroso que complementará maravillosamente el ossobuco estofado. Una vez listos, retíralos del fuego y resérvalos para el emplatado final.

Cuando los ossobucos estén tiernos y desprendan un aroma irresistible, es hora de emplatar. Coloca las piezas de carne en un plato hondo y vierte el jugo resultante de la cocción y las verduritas por encima. Finalmente, añade los champiñones salteados y espolvorea con perejil picado para dar un toque de color fresco al plato. Este es el momento de servir tu exquisita receta de osobuco estofado caliente, ideal para disfrutar en buena compañía y con una buena copa de vino.