Merluza a la crema de espinacas

Lo primero que tenemos que hacer es limpiar, descamar y cortar la merluza en cuatro lomos. Puedes pedir en la pescadería que te preparen la merluza, y si no, también puedes hacerlo tú mismo en casa. La merluza es uno de los pescados más versátiles de la cocina y puedes prepararla de infinitas maneras.

Si vas a preparar la merluza en tu casa y no sabes cómo hacerlo, sigue estas indicaciones. Para empezar, limpia bien este pescado dentro de un recipiente con agua fría con sal. Con unas tijeras de cocina, corta las aletas y descama con el canto de un cuchillo. Después, abre la merluza con las tijeras por el vientre desde la cola hasta la cabeza y quítale las tripas y vísceras. Ahora lávala otra vez dentro del recipiente con agua y sal, y a continuación, corta y desecha la cabeza. Después quítale la espina de ambos lados pegando el filo del cuchillo al hueso hasta desprenderla completamente. La merluza quedará abierta y deberás separar los dos filetes por el centro haciendo un corte profundo a lo largo. Finalmente, haz dos cortes más a lo ancho y tendrás los cuatro lomos.

Empezamos precalentando el horno a 200 ºC. Cuando nos avise, añadimos los lomos de merluza en una fuente de horno, los salpimentamos, añadimos un chorrito de aceite y la mitad del vino blanco y horneamos a 200 ºC durante 15 minutos.

Ahora escurrimos el pote de espinacas en un colador. Si vas a utilizar espinacas naturales, asegúrate de quitarles el tallo y enjuagarlas bien con un chorro de agua para quitarles los restos de tierra. A continuación, ponemos una sartén en el fuego con un poquito de aceite y añadimos las espinacas, el resto del vino y dejamos rehogar todo hasta que se evapore el vino. Mientras hacemos esto, aprovechamos para calentar el caldo en un cazo durante tres minutitos.

Después, ponemos las espinacas, el caldo y la nata en una ensaladera y las batimos con una batidora. Sazonamos con sal y pimienta.

Por último, ponemos los lomos de merluza en platos individuales y los cubrimos con la crema de espinacas. Y, ¡listo!