Los mejillones al estilo belga son una opción deliciosa y fácil de preparar, perfecta para disfrutar en buena compañía, ya sea con la familia o amigos. Este plato versátil no solo puede ser servido como un atractivo plato principal, sino que también puede funcionar como un excelente acompañamiento para una cena informal o incluso como un aperitivo elegante en una reunión. Con su rica combinación de sabores, los mejillones se han convertido en un favorito en los menús de restaurantes de todo el mundo, siendo especialmente celebrados en Bélgica, donde se preparan con una variedad de salsas y guarniciones que realzan su frescura y sabor.

Originarios de las costas europeas, los mejillones han sido parte de la dieta mediterránea durante siglos. En Bélgica, su preparación y consumo se han vuelto casi un ritual social, donde la experiencia de compartir un plato humeante en una mesa repleta de amigos y familiares es tan importante como el sabor del propio plato. Al añadir ingredientes sencillos como cebolla, ajo y vino blanco, los mejillones al estilo belga se convierten en una memorable experiencia culinaria que no solo deleita el paladar, sino que también fomenta la convivencia y la celebración alrededor de la mesa.

Información nutricional(por ración)

Energía

210 kcal

Hidratos

6 g

Grasas

1 g

Fibra

22 g

Proteínas

9 g

¿Cuántos comensales?
4
Apio
Apio
al gusto tierno
Cebolla
Cebolla
1 unidad fresca
Perejil
Perejil
al gusto
Vino blanco
Vino blanco
1 vaso
Avecrem Pescado
1 unidad
Aceite de oliva virgen extra
Aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas
Mantequilla
Mantequilla
20 gramos alternativa: margarina
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Paso 1 de 11

Preparar el sofrito

Preparar el sofrito

Comienza por tomar una cazuela grande y colocar dentro la mantequilla junto con el aceite de oliva. A fuego muy suave, rehoga la cebolla fresca y el apio bien picaditos. Es fundamental que este proceso se realice a fuego bajo para evitar que la mantequilla se queme, lo que afectaría el sabor del plato y de los mejillones. Este sofrito servirá como base aromática que realzará el sabor de los ingredientes en las recetas de mejillones que prepararás.

Paso 2 de 11

Cocinar a fuego lento

Cocinar a fuego lento

Deja que la mezcla de la cebolla y el apio se cocine a fuego muy lento. Esto permitirá que los sabores se integren de manera adecuada, creando un fondo sabroso para los mejillones. Es importante estar atento para que no se queme la mantequilla y todo quede perfectamente al punto. La paciencia es clave en este paso inicial para conseguir el sabor característico de las recetas de mejillones al estilo belga.

Paso 3 de 11

Añadir el vino blanco

Añadir el vino blanco

Una vez que la cebolla y el apio estén tiernos, es momento de añadir el vino blanco a la cazuela. Asegúrate de elegir un buen vino, ya que este ingrediente es fundamental para dar un sabor excepcional al plato. Lleva la mezcla a ebullición, lo que ayudará a que se evapore el alcohol y se concentren los sabores, creando el ambiente perfecto para que se cocinen los mejillones. Con cada paso, te acercas más a disfrutar de este delicioso plato.

Paso 4 de 11

Incorporar el perejil y el caldo

Incorporar el perejil y el caldo

Ahora es el momento de añadir las ramas de perejil fresco y el Avecrem Caldo de Pescado -30% de sal desmenuzado. Revuelve bien para que todo se mezcle y lleva a ebullición de nuevo. Este caldo aportará un toque salado y delicioso, que es ideal para resaltar el sabor del mar que tienen los mejillones. No escatimes en el perejil, ya que su frescura será esencial en esta preparación tradicional belga.

Paso 5 de 11

Cocinar los mejillones

Cocinar los mejillones

Con el caldo en su punto, es hora de introducir todos los mejillones en la cazuela. Aumenta el fuego y tapa la cazuela para que se cocinen uniformemente. Este será un momento emocionante, ya que pronto verás cómo los mejillones comienzan a abrirse uno a uno, liberando su sabor en el caldo. Esta técnica es esencial para disfrutar plenamente de todo lo que puede ofrecer el mejillones en el plato.

Paso 6 de 11

Verificar la cocción

Verificar la cocción

Espera unos minutos y revisa cómo se van abriendo los mejillones. Si algunos permanecen cerrados, puedes darles unas vueltas para asegurar que todos se cocinen de manera uniforme. Una vez que todos estén abiertos, podrás retiráros de la cazuela. Este paso es crucial, ya que los mejillones que no se abren no son aptos para el consumo. Asegúrate de desechar aquellos que no se hayan abierto durante la cocción.

Paso 7 de 11

Preparar los mejillones

Preparar los mejillones

Con cuidado, saca los mejillones de la cazuela y retira una de sus valvas. Es recomendable dejar una valva en cada mejillón para presentarlos de manera atractiva en el plato final. Este es un toque característico en la presentación de este plato y también te permitirá disfrutar del caldo más fácil. Así, al servirlo, cada comensal podrá disfrutar de los mejillones y de su delicioso líquido.

Paso 8 de 11

Desespumar el caldo

Desespumar el caldo

Es posible que el caldo contenga algo de espuma o impurezas. Si es el caso, utiliza una cuchara para desespumar el caldo, asegurándote de que quede limpio y atractivo. Esto no solo mejora la presentación final del plato, sino que también asegura una mejor experiencia al degustar el sabor del mar que proporcionan los mejillones. Cada detalle cuenta cuando se trata de preparar recetas de mejillones memorables.

Paso 9 de 11

Reintegrar los mejillones

Reintegrar los mejillones

Una vez limpio, vuelve a introducir todos los mejillones en la cazuela con el caldo. Este es un buen momento para calentar todo el conjunto. Debes asegurarte de que todo esté bien caliente antes de servirlo. Al hacerlo, los sabores se integrarán aún más, ofreciendo una experiencia gustativa deliciosa y reconfortante que hará que todos quieran repetir este plato típico de la gastronomía belga.

Paso 10 de 11

Servir en el plato adecuado

Servir en el plato adecuado

Cuando todo esté listo, es hora de servir los mejillones. Utiliza platos hondos que sean ideales para sopas y guisos, y coloca los mejillones junto con su caldo. Este tipo de presentación invita a disfrutar de los sabores de manera única. Fíjate en que la presentación sea visualmente atractiva, ya que el color del caldo y los mejillones abrirán el apetito de tus comensales. Asegúrate de que cada plato tenga una buena porción de líquido.

Paso 11 de 11

Acompañar adecuadamente

Este plato típico se suele acompañar de patatas fritas doradas y crujientes, un acompañamiento perfecto que complementa la suavidad del caldo y el sabor del mejillones. Las papas fritas no solo aportan textura, sino que son ideales para disfrutar del caldo, usando las conchas de los mejillones como cucharas improvisadas. Termina servidos los mejillones al estilo belga con una buena compañía y una bebida refrescante para disfrutar de una experiencia culinaria completa.

Los mejillones al estilo belga son una deliciosa opción que no solo deleitarán tu paladar, sino que también aportarán un toque especial a tu mesa. Este plato, fácil de preparar y lleno de sabor, se convierte en una alternativa perfecta para cualquier ocasión. Además, su alto contenido en proteínas y minerales lo convierte en una opción nutritiva, que puedes disfrutar con tranquilidad y placer. Sin duda, los mejillones se adaptan a una variedad de gustos, permitiéndote experimentar con diferentes ingredientes y acompañamientos que aporten tu toque personal.

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