Licor de café casero

Comenzamos nuestra receta de licor de café gallego preparando un almíbar básico. Lleva a fuego medio un litro de agua junto con un kilogramo de azúcar. Es importante calentar la mezcla lentamente para que el azúcar se disuelva adecuadamente. Deja que hierva durante unos cinco minutos, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue. Una vez que la mezcla haya alcanzado una consistencia ligera, apaga el fuego y déjala enfriar completamente. Este paso es fundamental, ya que el almíbar actúa como base dulce para nuestro licor café.

Una vez que el almíbar se ha enfriado, es momento de combinarlo con aguardiente. Vierte el almíbar en un recipiente donde puedas añadir el aguardiente. Asegúrate de utilizar un aguardiente de calidad, ya que esto influye en el sabor final del licor café. Mezcla bien ambas sustancias para integrarlas. Después de esto, será necesario filtrar la mezcla, y para ello puedes usar un filtro de papel, colocándolo en un embudo o en una cafetera para obtener un licor más suave. Si notas residuos de café molido en el fondo, no dudes en filtrar nuevamente para conseguir una textura más limpia.

El siguiente paso esencial para crear un auténtico licor café gallego es incorporar café recién molido. Utiliza granos de café de tueste natural, triturados al momento para obtener el máximo sabor. Añade el café a la mezcla de almíbar y aguardiente, asegurándote de que quede bien distribuido. Es importante que los sabores se fusionen adecuadamente, así que déjalo reposar en un lugar fresco y oscuro. La maceración permite que los sabores se profundicen y el licor adquiera esa personalidad tan característica que lo hace ideal para disfrutar solo o en un combinado.

Para que el licor café adquiera su sabor excepcional, es vital que la mezcla repose durante al menos 48 horas. Durante este tiempo, asegúrate de almacenarlo en un recipiente hermético y en un lugar alejado de la luz. Cuanto más tiempo dejes macerar el café en el aguardiente, más intenso será el sabor del licor. Algunos prefieren dejarlo hasta un mes para desarrollar un perfil de sabor más robusto. Recuerda revisar la mezcla de vez en cuando, agitándola suavemente para ayudar a liberar los aceites y sabores del café.

Cuando la maceración ha alcanzado el punto óptimo, llega el momento de filtrar nuevamente la mezcla para eliminar los posos del café. Utiliza un filtro de café o una tela fina para obtener un licor más suave y claro. Una vez filtrado, es hora de embotellar tu licor café. Elige botellas bonitas, tal vez de los frascos de la abuela, para darle un toque especial. Almacena el licor en un lugar fresco y oscuro. Este toque final no solo prolongará su sabor, sino que también lo convertirá en un excelente regalo o en un deleite para disfrutar en buena compañía.