Lasaña de calabacín, jamón y queso
Seguro que las has probado de carne, de atún, de espinacas o de berenjenas, pero… ¿conoces la lasaña de calabacín con jamón y queso? Si la respuesta es no, ve precalentando el horno: hoy tu paladar está de fiesta.
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Paso 1 de 3
Precalienta el horno a 180ºC en modo gratinar. Mientras, hidrata las láminas de lasaña en agua caliente durante 10 minutos y resérvalas sobre un paño limpio o papel de cocina absorbente.
Paso 2 de 3
En una sartén pon 2 cucharadas soperas de aceite de oliva y sofríe el calabacín cortado en dados. Cuando esté doradito, añade el jamón y el orégano. Cocínalo todo durante 5 minutos más e incorpora el Sofrito de Verduras. Desmenuza una pastilla de Avecrem Verduras y remueve. Cuece el sofrito a fuego medio durante 4 minutos.
Paso 3 de 3
Engrasa la base de una bandeja apta para horno con un poquito de aceite de oliva y pon una primera capa de sofrito, después una de mozzarella y una placa de lasaña. Repite la operación tantas veces como puedas y culmina con mozzarella rallada. Hornea y deja gratinar durante 10 minutos.
Aunque podríamos usar el calabacín como láminas de lasaña, en esta receta hemos preferido incluir las placas de pasta para completar con hidratos de carbono las proteínas y vitaminas que ya trae de serie el plato. Además, la lasaña de calabacín, jamón y queso es una solución perfecta para incluir en la dieta de los niños -y no tan niños- una verdura tan saludable como el calabacín al horno, uno de los vegetales con mayor porcentaje de propiedades antioxidantes y diurético natural (no es casualidad que muchas bebidas energizantes incluyan el calabacín como principio activo).
Otra de las cosas que nos encanta de esta receta de lasaña de calabacín es que puedes hacer una bandeja para 4 o 6 personas sin apenas gastarte dinero, ya que todos sus ingredientes son bastante asequibles y disponemos de la mayoría en nuestra despensa. Respecto a los taquitos de jamón serrano, los puedes comprar ya listos para cocinar en tarrinas individuales que venden en el supermercado. Estos taquitos aportarán el punto de sal que necesita la receta, por lo que te aconsejamos no añadirle más. Una variante de esta receta baja en sal sería la lasaña de jamón york, más suave pero no por ello menos rica.
¡Ah! Y otra cosa a tener en cuenta para hacer esta receta de lasaña de calabacín, jamón y queso es el gratinado final. Piensa en esa culminación al horno de mozzarella rallada fresca… Quién se va a resistir a un bocado así, ¿verdad?
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Lasaña de calabacín, jamón y queso
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