Ensalada de tomates y champiñones

Comienza limpiando los champiñones frescos con un paño húmedo o bajo el grifo para eliminar cualquier resto de tierra. Una vez limpios, corta con cuidado el pie de los champiñones y procede a laminarlos en rodajas muy finas. Coloca las láminas en un cuenco. Estas finas láminas otorgarán una textura crujiente a la ensalada. Asegúrate de que estén bien repartidas en el bol, ya que su frescura es clave para el sabor general de la ensalada.

Toma los tomates maduros pera y córtalos en rodajas. Agrega estas rodajas al cuenco donde ya tienes los champiñones en láminas. Los tomates aportarán un sabor jugoso y fresco, complementando a la perfección la textura crujiente de los champiñones. Mezcla suavemente los ingredientes en el bol para que se integren bien sin deshacer las rodajas de tomate. Esto ayudará a mantener cada bocado equilibrado en sabores y texturas, lo cual es esencial para una ensalada deliciosa.

Ahora es el momento de añadir el variado de lechuga con brotes tiernos al cuenco. Asegúrate de que la mezcla de lechugas esté fresca y bien cuidada, ya que esto contribuirá enormemente al color y frescura de tu ensalada. A continuación, prepara una vinagreta sencilla mezclando el aceite de oliva virgen extra, el vinagre de Módena, la pizca de Avecrem Caldo de Pollo, el jugo de limón y un toque de pimienta blanca. Vierte la vinagreta sobre la ensalada y mezcla cuidadosamente todos los ingredientes hasta que queden bien cubiertos. Así lograrás un plato bien sazonado y sabroso.

Una vez que todos los ingredientes estén bien mezclados y aliñados, es el momento de servir la ensalada. Puedes presentarla en un plato grande o en porciones individuales según prefieras. Adorna con algunos brotes tiernos adicionales si lo deseas, para un toque de frescura extra. Esta ensalada de tomates y champiñones es ideal como acompañamiento o como plato principal ligero y saludable. Disfruta de su refrescante combinación de sabores, perfecta para cualquier ocasión.