¿Cuántos comensales?
4
Azúcar blanco
Azúcar blanco
200 gramos
Mantequilla
Mantequilla
280 gramos
Yema de huevo
Yema de huevo
5 unidades
Agua
Agua
100 mililitros
Vainilla
Vainilla
al gusto en polvo
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Paso 1 de 4

Se coloca en una olla el agua con el azúcar y la vainilla en palo (si usamos vainilla en polvo la agregamos al final), y lo llevamos al fuego. Lo dejamos hervir para obtener un almíbar. Para conseguir el punto justo existe una técnica muy sencilla: debemos sumergir en él la punta de dos palillos juntos (pueden ser los mangos de dos cucharillas), si cuando las retiramos se forma una hebra que no se rompe ni chorrea, el almíbar está en el punto deseado.

Paso 2 de 4

Mientras se cocina el almíbar, cortamos la mantequilla en trozos. Tiene que estar blanda, sin llegar a ser pomada.

Paso 3 de 4

En un bol colocamos las yemas de huevo, las batimos un poco y agregamos poco a poco el almíbar, sin dejar de batir con fuerza para que las yemas no se cuajen. Cuando esta mezcla se enfría, agregamos la mantequilla y volvemos a batir con fuerza (puede ser a mano o con batidora eléctrica). Si la crema nos quedara muy ligera, se pone un rato en la nevera y luego se bate nuevamente.

Paso 4 de 4

Esta crema se puede utilizar para relleno, para untar, para decorar, etc. y es sabrosa por sí sola: ¡una receta para chuparse los dedos!

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