Hoy preparamos una crema de lechuga ligera que puedes tomar en caliente y en frío. ¿Te apetece probarla? Te contamos cómo prepararla en un plis-plás para que sea un éxito de receta.

¿Cuántos comensales?
4
Lechuga
Lechuga
1 unidad
Patata
Patata
3 unidades
Avecrem Pollo
1 pastilla
Leche
Leche
250 mililitros
Mantequilla
Mantequilla
20 gramos
Harina de maíz
Harina de maíz
30 gramos
Agua
Agua
1 litro
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Paso 1 de 3

Empezamos lavando bien la lechuga. Primero separamos todas las hojas, guardamos las más verdes y frescas y tiramos las hojas exteriores que estén pochas. Sumergimos las hojas frescas en agua durante unos minutos y luego las fregamos con las manos para eliminar los restos de tierra y suciedad. Escurre, deja secar y reserva.

Pelamos las patatas con un pelador y las cortamos a trocitos pequeños. Reservamos de momento.

Si te gusta la cebolla, puedes añadirle una cebolla grande picadita también y luego añadirla a la vez que la lechuga y las patatas a la olla, le va a dar un poquito más de sabor a tu crema de lechuga.

Paso 2 de 3

En una olla, calentamos un poquito de aceite y añadimos la lechuga y las patatas. Mezclamos bien y añadimos la pastilla de Avecrem desmenuzada. Añadimos el agua y dejamos cocer durante 15 minutos a fuego fuerte.

Retira la olla del fuego y tritura todo con el turmix. Vuelve a poner la olla al fuego y deja cocer a fuego fuerte hasta que empiece a hervir.

Mientras esperamos que rompa el hervor, mezcla en un vasito la leche fría con la harina de maíz y mezcla hasta que se disuelva. Añade esta mezcla a la olla cuando ya esté hirviendo.

Si prefieres no añadir leche a tu receta de crema de lechuga, puedes sustituirla por alternativas vegetales, como la leche de soja o de avena, ¡o simplemente diluirla en un poquito de caldo!

Paso 3 de 3

Mezcla con fuerza para evitar que se formen grumos, y si es necesario, pasa el turmix otra vez para diluirlos.

Si quieres que la crema tenga una textura muy fina, te recomendamos pasarla por el colador chino.

Rectifica el punto de sal antes de servir y ya estará lista tu crema de lechuga. ¡Puedes servirla en caliente o frío, estará deliciosa igual!

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