Bulgogi coreano

En un bol grande, mezcla la salsa de soja, el azúcar, el ajo picado y un poco de pimienta negra. Esta marinada es crucial, ya que le dará al bulgogi su característico sabor dulce y salado. Añade las tiras de ternera delgadas a la mezcla y asegúrate de cubrir bien cada pieza. Deja marinar la carne durante al menos 30 minutos a temperatura ambiente, o mejor aún, durante varias horas en la nevera. Esto permitirá que los sabores penetren profundamente en la carne, garantizando un bulgogi sabroso y tierno. Mientras marinas, puedes preparar los acompañamientos como el arroz y las hojas de lechuga para servir la carne más tarde.

En una sartén grande o parrilla, calienta un poco de aceite de sésamo o girasol a fuego medio-alto. Una vez caliente, añade la carne marinada de bulgogi, asegurándote de no abarrotar la sartén; si es necesario, cocina en tandas para que se dore de manera uniforme. Cocina la carne por unos minutos hasta que esté dorada y cocida en el centro. En este momento, puedes añadir el cebollín picado y la cebolla para que se cocinen junto con la carne, aportando frescura y un sabor aún más delicioso. No olvides ajustar la temperatura para evitar que se queme la marinada mientras se cocina.

Una vez que la carne esté lista, retírala del fuego y sirve el bulgogi caliente en un plato. Puedes presentarlo junto a arroz blanco cocido en pequeños cuencos individuales y varias hojas de lechuga. Para disfrutarlo al máximo, coloca un poco de pasta de chile en la lechuga, añade una porción de arroz y, por último, los trozos de bulgogi. Enrolla la lechuga y disfruta de este bocado lleno de sabor. Adicionalmente, puedes espolvorear semillas de sésamo sobre el bulgogi para un toque final crujiente y delicioso. Esta forma de servir es típica en Corea y realmente realza la experiencia de comer bulgogi.