Si el arroz caldoso es toda una institución del Levante español, esta versión con pollo y conejo sería como cocinar la clásica paella valenciana en su jugo. Un auténtico festín de sabor para los amantes de los arroces caldosos.

¿Cuántos comensales?
4
Arroz tipo bomba
Arroz tipo bomba
400 gramos
Cebolla
Cebolla
100 gramos
Pimiento verde
Pimiento verde
50 gramos
Tomate
Tomate
150 gramos
Ajo
Ajo
2 dientes
Pechuga de pollo
Pechuga de pollo
150 gramos
Conejo
Conejo
150 gramos
Vino tinto
Vino tinto
150 mililitros
Azafrán
Azafrán
10 unidades en hebra
Aceite de oliva virgen extra
Aceite de oliva virgen extra
50 mililitros
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Receta

Arroz caldoso con pollo y conejo

Paso 1 de 3

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Doramos el pollo y el conejo en aceite de oliva. Añadimos la cebolla, el ajo y el pimiento verde picados y cocinamos todo junto durante unos 10 minutos. A continuación, incorporamos el tomate pelado y cortado en dados de medio centímetro y dejamos cocinar 5 minutos más.

Paso 2 de 3

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Vertemos el vino, removemos y dejamos que el alcohol se evapore (un par de minutos será suficiente). Añadimos el arroz y volvemos a remover hasta que todos los ingredientes se impregnen del sabor.

Paso 3 de 3

recipe-step-3

Momento ahora de verter el caldo y añadir el azafrán. Dejamos cocer unos 15 minutos a fuego suave. Apagamos el fuego y dejamos reposar de 4 a 5 minutos. Emplatamos en caliente.

Es fácil pensar en marisco cuando hablamos de arroz caldoso. Mejillones, sepia y gambas flotando en un caldo de intenso aroma a mar arropado de arroz. Sin embargo, el marisco no tiene -ni mucho menos- la exclusividad del arroz caldoso. De hecho, la grandeza de esta peculiar forma de servir el arroz originaria del Levante español tiene que ver con la versatilidad. Y es que el arroz caldoso admite a la perfección cualquier tipo de ingredientes. Así, del mismo modo que hay arroces “secos” de carnes, pescados o verduras, sucede lo mismo con los arroces caldosos. Las claves: un buen sofrito, un buen caldo y buen arroz. 

En esta ocasión te explicamos cómo hacer arroz caldoso con pollo y conejo, una combinación que, si bien recuerda a la clásica paella valenciana (salvando las distancias evidentes, por supuesto), resulta ser una combinación de carnes extraordinaria por el extra de sabor que transferirán al caldo resultante. Piénsalo: por un lado, el sofrito de verduras a base de cebolla, pimiento verde y tomate impregna con el aroma de la huerta los granos de arroz, que a su vez se ven envueltos por un delicioso caldo de carne tocado por la sutil combinación de los -ya de por sí sutiles- sabores del pollo y el conejo. Pura poesía gastronómica. 

Por otro lado, hay gente que confunde el arroz caldoso con el arroz meloso, siendo este último el intermedio entre el arroz seco y el caldoso. Mientras un arroz seco agota el caldo tras la cocción, bien por evaporación, bien por su absorción del almidón del arroz, el arroz caldoso es en realidad una sopa de arroz que se cocina cubierto del caldo de principio a fin. Por su parte, los arroces caldosos se caracterizan por la ausencia de caldo tras su preparación, aunque la textura del grano será untuosa, lo que recuerda a la miel (de ahí su denominación). Por ejemplo, un risotto italiano podría clasificarse como arroz meloso, si bien su técnica culinaria es diferente, ya que se incorpora un elemento graso, en este caso la nata o el queso parmesano. 

Sea como fuere, las claves para hacer un buen arroz caldoso son básicamente tres: el sofrito, el caldo y el arroz. Más arriba te damos algunos truquillos a tener en cuenta si quieres realizar a la perfección cada una de estas tres partes. 

 

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