Las albóndigas blanditas son una opción deliciosa y fácil de preparar, ideales para compartir en una comida familiar o una cena con amigos. Este plato versátil se adapta a cualquier ocasión; pueden ser el acompañamiento perfecto para una pasta, servirse en una suculenta salsa, o incluso disfrutarse dentro de un delicioso pan como un sándwich. Un dato curioso sobre las albóndigas es que su origen se remonta a la antigua Roma, donde los cocineros mezclaban carne picada con especias y otros ingredientes para formar pequeñas bolas de sabor, lo que demuestra que este plato ha conquistado paladares a lo largo de la historia.

Hoy en día, las albóndigas blanditas son un favorito en muchas cocinas alrededor del mundo, cada cultura aportando su toque único. Desde las tradicionales albóndigas españolas con su salsa de tomate, hasta las versiones italianas con albahaca y queso, la versatilidad de este plato permite experimentos infinitos. Ya sea que busques una cena rápida entre semana o impresionar a tus invitados en una reunión especial, estas albóndigas son la solución perfecta; tiernas y sabrosas, seguramente se convertirán en un éxito en tu mesa.

Información nutricional(por ración)

Energía

350 kcal

Hidratos

30 g

Grasas

2 g

Fibra

25 g

Proteínas

20 g

¿Cuántos comensales?
4
Pimienta negra molida
Pimienta negra molida
al gusto
Vino blanco
Vino blanco
1 chorro pequeño
Huevo
Huevo
3 unidades
Pan rallado
Pan rallado
1 cucharada de café opcional, por si la masa de carne picada no queda compacta
Aceite de oliva virgen extra
Aceite de oliva virgen extra
al gusto abundante para freír las albóndigas
Avecrem Pollo
1 pastilla
Colorante
Colorante
al gusto
Perejil
Perejil
al gusto fresco
Caparazón de pollo
Caparazón de pollo
1 unidad
Cebolla
Cebolla
1 unidad mediana
Tomate
Tomate
1 unidad mediano
Ajo
Ajo
4 dientes
Aceite de oliva virgen extra
Aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas
Sal
Sal
al gusto
Carne de cerdo
Carne de cerdo
al gusto
Ajo
Ajo
1 diente rallado
Patata fritas
Patata fritas
al gusto surtido bolitas y patatas gajo; podéis usar las que queráis
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Paso 1 de 9

Preparar la mezcla de carne

En un bol grande, coloca la carne picada, que puede ser de cerdo o mezcla de ternera. Añade el ajo rallado, asegurándote de quitar la semilla del diente, junto con sal al gusto, perejil picado, colorante, y media pastilla de Avecrem desmenuzada. Agrega nuez moscada y pimienta negra molida. Para dar consistencia, incorpora miga de pan mojada en leche y un toque de vino blanco. Mezcla bien todo los ingredientes; este es un paso fundamental para hacer albóndigas que sean suaves y sabrosas.

Paso 2 de 9

Integrar los huevos

Una vez que la mezcla de carne y especias esté bien combinada, agrega los huevos a la mezcla. Utiliza un tenedor para integrar los huevos como si estuvieras batiéndolos con la carne. Esta técnica ayudará a que las albóndigas de carne picada queden más ligadas y esponjosas. Evita que la masa se quede muy liviana, ya que necesitas una base consistente para proceder con la formación de las albóndigas. Asegúrate de que la mezcla esté homogénea.

Paso 3 de 9

Reposo de la masa

Deja reposar la mezcla durante aproximadamente 10 minutos. Este tiempo permitirá que la carne se mezcile con los otros ingredientes y tome consistencia. Si después de este tiempo la masa está aún muy blanda, puedes añadir un poco de pan rallado y volver a mezclar. Deja reposar de 5 a 7 minutos más para asegurarte de que la masa esté lista para formar las albóndigas blanditas y que no se desarmen al freírlas.

Paso 4 de 9

Formar las albóndigas

Con la masa lista, es hora de hacer las albóndigas. Puedes usar un vaso o tus manos para darle forma a las albóndigas. Recuerda que el tamaño puede depender de tu preferencia, pero en general deben ser bocado. Para facilitar el proceso, puedes rebozar las albóndigas en harina, que ayuda a mantener la forma y a darle un exterior dorado. Recuerda que las albóndigas se pueden pasar por harina o por pan rallado, así que elige lo que prefieras.

Paso 5 de 9

Freír las albóndigas

En una sartén grande, calienta abundante aceite caliente y comienza a freír las albóndigas. Hazlo en tandas, de modo que no se enfríe el aceite y consigas un buen dorado en todos los lados. Freírlas de esta manera le dará una textura deliciosa. Cuando estén doradas, retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite, manteniéndolas calientes mientras terminas el proceso.

Paso 6 de 9

Cocción en caldo

Tras freírlas, es momento de cocer las albóndigas en un caldo sabroso. Con el caldo aún cociendo, agrega las albóndigas fritas a la olla. Deja que se cocinen a fuego medio durante aproximadamente 45 minutos. Este paso permite que las albóndigas de carne absorban los sabores del caldo, lo que las hará aún más sabrosas y jugosas. Asegúrate de que estén bien cubiertas por el líquido para una cocción uniforme.

Paso 7 de 9

Preparar la cazuela

Al finalizar el tiempo de cocción, retira las albóndigas una por una de la olla y colócalas cuidadosamente en una cazuela de barro o en una cacerola. Este tipo de recipiente ayuda a que mantengan el calor y concentren los sabores. Es fundamental no romper las albóndigas al sacarlas; usa una espumadera si es necesario. Esto garantizará que presenten un aspecto atractivo al servir.

Paso 8 de 9

Colar el caldo

Para darle un toque final a tus albóndigas, cuela el caldo que has utilizado para cocerlas y viértelo suavemente sobre las albóndigas en la cazuela. Este caldo no solo realzará el sabor, sino que también mantendrá tus albóndigas blanditas y jugosas. Al cubrirlas con el caldo, asegura que todas estén bien hidratadas y no se sequen al ser servidas.

Paso 9 de 9

Servir y disfrutar

Finalmente, ¡es hora de servir! Puedes acompañar las albóndigas con una porción de patatas fritas, lo que complementa perfectamente el plato. Asimismo, unas patatas fritas de bolsa dan un toque divertido y crujiente a la comida. Ya estás listo para disfrutar de estos deliciosos bocados. Con esta receta, has aprendido cómo hacer albóndigas fáciles y deliciosas que son perfectas para compartir en familia.

Las albóndigas blanditas son un plato irresistible que combina sabor, suavidad y valor nutricional en cada bocado. Con una preparación sencilla, puedes disfrutar de una comida deliciosa en poco tiempo, lo que las convierte en una opción perfecta para cualquier día de la semana. Su versatilidad en la cocina te permite experimentar con diferentes ingredientes y salsas, adaptándolas según tus preferencias y necesidades dietéticas. Desde la clásica salsa de tomate hasta opciones más innovadoras, las albóndigas son una base ideal para satisfacer a toda la familia.

No dudes en aventurarte a probar nuevas combinaciones y descubrir así todo el potencial de este versátil plato. ¡Explora más recetas en nuestra web y déjate inspirar por las infinitas posibilidades que ofrecen las albóndigas blanditas para mejorar tus comidas diarias!

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