Día 7: Bogavante con milhojas de azafrán

La receta que hoy proponemos hará las delicias de los amantes del marisco y de la cocina vistosa: Bogavante con milhojas de azafrán. Es una receta muy fácil y sin embargo, con un resultado a la altura de los mejores restaurantes. Combina la categoría del bogavante con otros ingredientes más sencillos, como el calabacín o el puerro, pero que en conjunto crean una receta “redondaâ€, perfecta para la cena de Nochebuena o de Nochevieja.

Receta de Bogavante con milhojas de azafrán

Y por si la duda surge por la técnica de cocción del bogavante, aquí os dejamos una pequeña guía de cómo hacerlo de manera fácil. Lo primero que habrá que tener en cuenta es si partimos de un bogavante vivo, en cuyo caso, lo pondremos en una olla con agua fría para que vaya subiendo la temperatura progresivamente. Si fuera un bogavante que ya estuviera muerto, quizá porque lo hemos descongelado, se introduciría en la olla una vez el agua estuviera hirviendo a borbotones.

Una vez que rompa el hervor, contaremos los minutos. Para una pieza de 400 g. a 600 g. esperaremos unos 14 minutos, para una mayor, de hasta 1 Kg, 18 minutos. Pasado este tiempo, procederemos a introducirlo en agua con hielo para enfriar las piezas y que la carne se asiente. Así, recomendamos añadir abundante sal al agua helada pues los crustáceos cogen la sal durante el proceso de enfriamiento.

Un truco interesante es hervir con anticipación en el agua de cocción unas algas deshidratadas para darle un toque de sabor marino, muy diferente del laurel y más acorde con la procedencia de nuestro marisco. En ese caso, si se tratara de cocer marisco vivo, habría que dejar enfriar el agua para empezar el proceso.

Y en cuanto al azafrán, habrá que tostar unos minutos las hebras en una sartén para que éstas suelten todo su aroma.

Esperamos que esta receta os guste y que nos contéis cuál es vuestra receta favorita para esta Navidad. Aquí os dejamos  muchas más recetas con bogavante.

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¿langosta o bogavante?

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un debate abierto que depende de dos grandes argumentos: precio y gusto personal. la langosta tiene un sabor más fino y delicado, mientras que el bogavante tiene un sabor mucho más contundente, con más personalidad y que encaja perfectamente con sabores como los que usamos en esta receta de caldereta de bogavante. un guiso sabroso, a base de un sofrito de cebolla y una sabrosa picada de almendras que hará que el bogavante conquiste tu paladar. en cuestión del precio, manda tu bolsillo, aunque esta receta es muy versátil y también puedes hacerla con langosta. 

pero, he aquí la pregunta del millón, ¿sabes diferenciar un bogavante de una langosta? que aunque digan que de noche todos los gatos son pardos, en este caso no se puede usar este refrán, ¡hay que saber diferenciar entre esos dos mariscos! curiosamente, el color es una pista. las langostas son de color ligeramente pardo, que tira a un naranja rojizo, mientras que el bogavante tiene un color oscuro, casi azul petróleo. sin embargo, la cocción los iguala, así que es fácil confundirse si los compras ya cocidos. 

entonces, ¿cómo diferenciarlos? vamos a darle fin a este drama con una pista que no falla. las pinzas. el patas delanteras del bogavante son dos fuertes pinzas, perfectas para defenderse, mientras que las langostas tienen dos antenas largas y elegantes que les ayuda a moverse y orientarse en el fondo marino en busca de comida y peligros. 

a pesar de estas diferencias, ambos se cocinan igual: vivos. sí, es un trauma tener que cocer vivo a un bogavante o una langosta, pero su carne es tan suave que enseguida pierde frescura. por ello se cuecen o asan vivos, para que la carne esté lo más fresca posible. 

ahora que ya sabes cómo diferenciarlos en el mostrador de la pescadería, sólo te queda saber cómo hacer esta caldereta de bogavante, muy rica y sabrosa. ¡sabemos que te va a encantar!

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Para pelar los tomates para el arroz con bogavante, lo mejor es escaldarlos.

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de esta forma la piel saldrá prácticamente sola y sin llevarnos pulpa por delante. para ello, calienta agua en una olla y con la punta del cuchillo hazle dos cortes como una cruz a los tomates. cuando el agua rompa a hervir, introduce los tomates y déjalos apenas unos segundos. retíralos rápidamente y ponlos en agua fría con hielo. el cambio brusco de temperatura dejará la piel del tomate lista para ser retirada fácilmente con la mano. por lo que a los ingredientes respecta, si te apetece preparar un plato todavía más completo puedes añadirle otro tipo de marisco o pescado, como gambas, mejillones o almejas. a veces, conviene guiarse por los productos que se encuentran mejor en el mercado. otra opción es incorporar diferentes pescados, como rape o sepia. ya nos contarás cómo te ha quedado esta receta de arroz con marisco. ¡buen provecho!

 

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Caldereta de pescado fácil

Caldereta de pescado fácil

la caldereta es un delicioso plato de sopa de pescado que estamos seguros de que te calentará en los días más fríos de invierno. hoy queremos enseñarte cómo hacer una receta de caldereta de pescado fácil; pero antes de ponernos manos a la obra… vamos a hablar un poco de los orígenes y la historia de la caldereta. seguramente una de las variantes más famosas de este plato es la caldereta menorquina. este plato fue durante mucho tiempo el sustento de las clases bajas de la isla, pero hoy en día se ha convertido en uno de los platos estrella para los mallorquines.

originalmente este plato era muy humilde, ya que se elaboraba con los restos de pescado que los pescadores no podían vender y lo hacían en la misma embarcación en la que navegaban. el nombre del plato proviene del recipiente en el que se cocinaba, ya que, debido a los movimientos del barco, la comida se tenía que hacer en un recipiente bastante profundo para que no sobresaliera.

ahora que ya sabes más sobre los orígenes de este delicioso plato vamos a explicar cómo podemos hacer una caldereta fácil. primero es importante escoger bien los pescados con los que elaborar la caldereta nosotros te recomendamos que optes por un pescado como el rape, ya que su intenso sabor irá de maravilla para tu plato. si puedes ponerle mejillones y almejas no dudes en hacerlo, aportarán textura a la receta y de este modo tendrás dos moluscos diferentes.

tampoco nos podemos olvidar del calamar; para que se integre mejor córtalo a rodajas, va a añadirle un toque muy jugoso a tu plato. por último, te recomendamos que también eches gambas a la caldereta y será bueno que las marques antes en la paellera en la que vas a hacer el sofrito, así estarán más tiernas, y además mejorarán el aroma de tu sofrito.

si te ha gustado esta caldereta, nuestros chefs han preparado y seleccionado para ti algunas muy parecidas para que puedas practicar con todas ellas. ¡seguro que, a ti, a tu familia y amigos os van a encantar! ¡aquí las tienes! prueba con esta caldereta de pescado, esta deliciosa caldereta de bogavante o esta extraordinaria caldereta de rape y marisco.

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