Las crucíferas (coliflor, brócoli…) son unas verduras sensacionales que admiten muy bien distintas técnicas de cocción y preparaciones de todo tipo. Están muy ricas crudas, salteadas al wok, cocidas al microondas, hervidas, en tempura y, cómo no, al horno.

Si elegimos esta última opción, cocinarlas al horno, la salsa de bechamel se convierte en una gran aliada. Su untuosidad combina a la perfección con la textura de las verduras y el sabor lácteo de la salsa las hace sobresalir. En este caso, los champiñones le aportan, además, un toque extra de sabor.

Si tus hijos tienen problemas para comer estas verduras, sorpréndeles con esta receta. Es una forma de disimularlas o, mejor, de camuflarlas inteligentemente.

Ingredientes

¿Cuántos comensales?

Brócoli

400 gramos

Champiñón

125 gramos

Queso rallado

125 gramos

Bacón

75 gramos

Salsa Bechamel

1 sobre

Avecrem Dúo Legumbres Estofadas

1 pastilla

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Paso 1 de 3

Cuece el brócoli en agua con una pastilla de Avecrem Dúo Legumbres Estofadas. Cuando esté listo, escúrrelo. Mientras, saltea el bacon hasta que esté doradito. En ese momento, añade los champiñones y saltéalos brevemente con el fuego bien vivo.

Paso 2 de 3

Prepara Mi Salsa Bechamel Gallina Blanca siguiendo las instrucciones del sobre.

Paso 3 de 3

Llena una fuente de horno con el brócoli, los champiñones y el bacon. Cúbrelo con la salsa bechamel y esta con el queso rallado. Hornea hasta que el queso adquiera un precioso color dorado.

En esta receta te proponemos que cocines el brócoli al microondas. Este electrodoméstico tiene una inmerecida mala fama que para nada se corresponde con la realidad. De hecho, muchos nutricionistas recomiendan cocer las crucíferas con el microondas: es el método que mejor conserva sus poderosos nutrientes.

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