Que sea rápido y que sea fácil. Seguramente esto es lo que esperáis de un buen postre, ¿no? Pues estáis de enhorabuena, porque este postre reúne todos estos requisitos. Es una crema de dos colores, con fresas y nata, tan fácil de preparar que os sorprenderá que pueda ser tan deliciosa. Si os apetece, podéis acompañarla con unas galletas o unos barquillos para lograr que el postre sea completo. En este caso, además, ¡podríais incluso usarlo como merienda!

Ingredientes

¿Cuántos comensales?

Fresa

250 gramos

Crema de leche

500 mililitros

Agar-agar

2 cucharadas

Limón

1 unidad zumo

Azúcar blanco

150 gramos

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Paso 1 de 4

Lava las fresas y córtalas en trozos pequeños.

Paso 2 de 4

Cuece las fresas en una cacerola con el azúcar durante 5 min. Añade la hierbabuena picada y remueve.

Paso 3 de 4

Mezcla bien y añade una cucharadita de agar-agar. Cocina durante otros 3 minutos, procurando que quede bien disuleto el agar-agar.

Paso 4 de 4

Monta la nata y repártela en dos cuencos. En uno, mezcla las fresas calientes con la nata y deje enfriar. Rellena por la mitad los vasos individuales con la crema de fresa. En el otro cuenco, mezcla la nata con el jugo de limón y el azúcar en el que habrás disuelto la segunda cucharadita de agar-agar. Completa los vasos con esta meazcla y ponlos en la nevera para que cuajen antes de servir.

Y después de degustar un postre tan delicioso, ¿qué más podemos pedir? Pues un buen café para disfrutar de la digestión como nos merecemos. ¡Que aproveche!

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