Ensalada de tomates aliñados

Comienza por seleccionar tomates de ensalada frescos, que sean firmes y de buen color, ya que la calidad de los tomates en ensalada es crucial para obtener un resultado delicioso. Lava los tomates bajo agua fría para eliminar cualquier residuo. Una vez limpios, corta los tomates en cubos o en rodajas, según prefieras. A medida que trabajas con los tomates, colócalos en un bol grande donde se mezclarán todos los ingredientes de la ensalada de tomate. Este bol será el hogar de los sabores que se unen.

Pica finamente los dientes de ajo y añade el ajo picado a los tomates en ensalada. El ajo no solo aportará un sabor intenso, sino que también realzará el frescor de los tomates. A continuación, espolvorea sal y pimienta al gusto sobre la mezcla. La sal ayudará a realzar los sabores naturales de los tomates, mientras que la pimienta negra añadirá un toque picante y aromático que complementa maravillosamente la ensalada de tomate.

Es el momento perfecto para añadir orégano seco sobre los tomates en ensalada. El orégano aportará un sabor terroso que combina bien con la frescura del tomate. Espolvorea generosamente orégano por encima de la mezcla de tomate y ajo. Si prefieres un sabor más intenso, puedes usar orégano fresco, pero el seco es igual de delicioso y fácil de conseguir. Mezcla suavemente todo con una cuchara, asegurándote de que cada trozo de tomate esté bien cubierto con los condimentos.

En un tazón aparte, combina vinagre de jerez y aceite de oliva virgen extra. Bate estos ingredientes hasta que estén bien emulsionados. Este aderezo no solo aportará sabor, sino que también ayudará a mezclar todos los ingredientes de la ensalada de tomate. Una vez emulsioando, rocía abundantemente esta mezcla sobre los tomates, asegurándote de que cada trozo reciba una buena dosis del aderezo. Este paso es crucial, ya que el aderezo dará un toque final justo antes de servir.

Revuelve suavemente la ensalada para que los tomates, el ajo, las especias y el aderezo se integren perfectamente. Esto asegurará que cada bocado esté lleno de sabor y que la ensalada de tomate tenga una textura homogénea. Una vez mezclada, es recomendable dejar reposar la ensalada durante al menos 15 minutos a temperatura ambiente. Este tiempo permitirá que los sabores se fusionen a la perfección y que el tomate absorba los condimentos, potenciando su frescura y sabor, ideal para degustar.

Finalmente, sirve la ensalada de tomate bien fría, ya sea como un fresco acompañamiento para otros platos o como un plato principal al añadir ingredientes como melva o huevo cocido. Presenta la ensalada en un plato atractivo, decorando con un poco de orégano fresco si lo deseas. Al servirla, recuerda que los tomates en ensalada brillan por su frescura, así que es importante disfrutar de la ensalada de tomate en el momento óptimo. ¡Buen provecho!