Rollitos de repollo y carne estofados

Para comenzar a preparar los deliciosos rollitos de repollo con carne estofada, es crucial escaldar las hojas del repollo adecuadamente. Retira las hojas exteriores más duras y colócalas en una olla con agua hirviendo. Deja hervir cada hoja de repollo durante aproximadamente tres minutos, o hasta que se vuelvan lo suficientemente flexibles para manipular. Asegúrate de escurrir bien las hojas y colócalas a un lado, reservando el caldo por si es necesario agregarlo más adelante durante la cocción. Esto es fundamental, ya que cada hoja se convertirá en un repollo relleno que contendrá el guiso de carne.

Es hora de preparar los rollitos con las hojas escaldadas. Extiende una hoja de repollo sobre una superficie limpia, asegurándote de que esté en la parte trasera. En el centro de la hoja, coloca un generoso cucharón del guiso de carne que hayas preparados previamente. A continuación, pliega los lados de la hoja hacia el centro, luego, la base hacia arriba y finalmente, cubre el contenido doblando la parte superior. Esta técnica garantizará que el repollo relleno mantenga su forma durante la cocción, así que asegúrate de que todo esté bien cerrado. Repite este proceso hasta que todas las hojas estén rellenas.

A medida que armas los rollitos, es importante preparar un caldo que acompañará la cocción. En una olla, calienta el Caldo de Carne Gallina Blanca y añade los tomates troceados junto con una hoja de laurel. Mezcla bien todos los ingredientes y mantenlos a fuego bajo para que se mantenga caliente mientras terminas de armar los rollitos. Este caldo no solo realzará el sabor de los rollitos, sino que también proporcionará la humedad necesaria para el preparado del repollo relleno.

En la sartén donde hayas cocinado el guiso de carne, añade una cucharada de aceite de oliva y caliéntala a fuego alto. Debes «marcar» cada rollito por los lados durante algunos minutos. Esto no solo les dará un color dorado apetitoso, sino que también comenzará a sellar los sabores dentro del repollo relleno, ofreciendo un contraste delicioso al final de la cocción. Asegúrate de girar cada rollito con cuidado para no romper la delicada hoja de repollo.

Una vez que los rollitos estén dorados, retíralos de la sartén y coloca tres o cuatro hojas de repollo en el fondo de la misma. Esto evita que los rollitos se peguen y le añade un extra de sabor a la cocción. Con cuidado, coloca todos los rollitos sobre estas hojas y vierte el caldo caliente que preparaste anteriormente. Cubre la sartén y cocina a fuego medio-bajo durante aproximadamente una hora. Si consideras que el líquido es poco, puedes añadir un poco del mismo caldo que reservaste de la cocción previa del repollo.

Al momento de servir, toma la salsa resultante del guiso y, si lo prefieres, puedes reducirla ligeramente a fuego alto o incluso triturarla para obtener una consistencia más suave. Esto no solo realzará el sabor del plato, sino que también creará un contraste atractivo de texturas. Coloca con cuidado los rollitos sobre el plato, y utiliza la salsa para bañarlos adecuadamente. El repollo relleno se verá aún más apetitoso de esta manera.

Al servir los rollitos de repollo y carne estofados, asegúrate de combinar bien el sabor de la salsa con cada porción. Estos rollitos son ideales para compartir en una mesa familiar o en una reunión especial. No dudes en añadir un toque de perejil fresco picado por encima antes de servir, añadiendo color y frescura al plato. Disfruta de esta receta tradicional y sabrosa, donde cada bocado de repollo relleno te llevará a una experiencia culinaria única, perfecta para cualquier ocasión.