La parte más característica de esta receta seguramente sean las aceitunas y pelarlas puede ser engorroso.

Si ya has invertido en un deshuesador, te será más fácil, pero si no tienes un deshuesador, quitar el hueso de las aceitunas puede resultar una tarea bastante tediosa. No obstante, existe un pequeño truco muy eficaz para hacer más fácil este paso. Lo que vas a hacer es envolver las aceitunas en un paño de cocina limpio. Lo vas a poner en la encimera, y pasarles por encima con un rodillo o una botella. De esta manera, la mayoría de la carne de las aceitunas se separará del hueso con la presión y solo tendrás que repasar el resto. ¿Te animas?  

 

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