Unas albóndigas intactas

Evitar que se te rompan las albóndigas es bien fácil. Basta con ponerte harina en las manos para darles forma. De esta manera, no se te pegarán en las manos y podrás hacerlas bien redondas. Si, además, echas un poco de miga de pan en la mezcla lograrás que no se desmenucen tanto al freírlas y te quedarán estupendas. 

 

Valora esta receta
Añade este artículo a tus favoritos Y tenla a mano siempre que quieras
El truco ha sido copiado